Este mes nos invita a reflexionar, recordar, honrar a nuestro linaje femenino… sin duda la base de nuestra sociedad, sin esas mujeres soñadoras, guerreras, trabajadoras, no estaríamos aquí. Y que mejor manera de honrar la vida de nuestras grandes mujeres que viviendo nuestra vida intensamente con los derechos que a lo largo de la vida han podido conquistar… y hablando de derechos quiero que recordemos la importancia de la salud mental.
Quiero que pienses en las mujeres de tu familia, específicamente en esas que son, sueñan o fueron madres, ¿Cómo se ven? ¿Cómo se escuchan? ¿Cómo actúan? ¿Qué sueñan? ¿Qué les duele?, sin duda han tenido cambios a través de los años, quizá sus interesantes puntos de vista han cambiado, algunos se han acentuado, algunas de esas grandes mujeres han podido adaptarse a la actualidad a otras les cuesta más trabajo y pudieran parecer muy rígidas, sin embargo te invito a que las pensemos y honremos desde un lugar de agradecimiento.
Antes no se le daba realmente importancia a la salud mental, por lo que no eran promovidos los grupos de apoyo, no nos hacían conciencia como comunidad de identificar síntomas depresivos o de ansiedad, no era tan socialmente aceptado hablar de las emociones reales: de lo que les aquejaba física o emocionalmente. Hoy desde el agradecimiento honramos esos que hoy podemos llamar sacrificios, gracias a que hora
tenemos mejores oportunidades, y nos enseñan a ir haciendo red de apoyo. ¿Existe un largo camino por recorrer? ¡CLARO!, sin embargo debemos reconocer los avances, y ¿Qué crees? depende de nosotros continuar haciendo comunidades más resilientes, empáticas y fuertes.
“… Depende de nosotros continuar haciendo comunidades mas resilientes, empáticas y fuertes …”
Te invito a que pienses nuevamente en las mujeres de tu familia, y especificamente que pienses que tu mamá, en tu abuela, bisabuela, quizá tuviste la dicha de conocerlas, quizá solo las conoces a través de anécdotas, fotos, y la gran historia familiar… y Hoy sea cual sea la historia, los retos, y/o las circunstancias te invito a que les des un lugar en tu corazón: piensa en tu mamá, ese ser humano con todas sus virtudes y áreas de oportunidad, ese ser humano que hizo LO MEJOR QUE PUDO CON LO QUE TENIA Y SABIA, ese ser humano que te dio la vida, y sea cual sea tu historia con ella, te invito a que tomes una respiración profunda, pongas tu mano en tu corazón y digas para ti: “Gracias Mamá por el don de la vida que me diste, te doy un lugar en mi corazón”, respira nuevamente, y si te nace decir algo más desde el agradecimiento hazlo, si tu mamá vive y tienes oportunidad hazlo con ella, si tu mamá ya trascendió, o por cuestiones diversas te es imposible verla, hazlo desde donde estés pensando en ella. Comencemos a vivir desde un agradecimiento genuino, por su fuerza, por la vida, por todo lo que consideramos bueno que aprendiste de ella y también agradezcamos sus áreas de oportunidad, ya que eso hace que todos podamos seguirnos desarrollando.
“… Piensa en tu mamá, ese ser humano con todas sus virtudes y áreas de oportunidad, ese ser humano que hizo LO MEJOR QUE PUDO CON LO QUE TENIA Y SABIA …”
Vivir en paz, en agradecimiento, en abundancia con nuestra Madre nos permite vivir plenamente. Si en tu caso no te es posible sentirte así referente a ella, respira profundo, intenta hacer el ejercicio con la mano en el corazón, y recuerda que con un especialista puedes aprender a honrar ese proceso, por tí y por tu descendencia.
“… Vivir en paz, en agradecimiento, en abundancia con nuestra Madre nos permite vivir plenamente …”
Gracias a todas las Mamás que día a día se esfuerzan por ser su mejor versión, nunca es tarde para retomar tus sueños, tu proceso y retomarte a tí. Mamá: Muchas gracias por todo tu apoyo, por tu amor, por enseñarnos con el ejemplo que todo es posible si se trabaja por ello y se hace con el corazón y convicción, Gracias por buscar siempre ser tu mejor versión para ti y por ende para todos. Gracias por no aceptar excusas pero siempre ser empática, Gracias por retomar tus sueños, tus hobbies, por compartirte humana. GRACIAS por siempre estar, por ser nuestro pilar y puerto seguro. Gracias por enseñarnos a trabajar en equipo, respetando diferencias pero con un mismo objetivo, y pudiera seguir agradeciendo tantas cosas, te amo y te agradezco el don de la vida: Gracias, Gracias, Gracias.
Astrid Victoria Ortega Velderrain
Psic. Gerontóloga – 8387313
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