Uno de los temas que más abordan los padres de familia cuando se encuentra ante un profesional de la salud mental o psicológica, es ¿Qué hago con mi hijo(a) que está cambiando de conducta en el ambiente familiar? En el caso de ser hombre refieren que lo ven inquieto, sensible, distraído, serio, callado, aislado, que interactúa poco con la familia y eso es preocupante. Y si es mujer refieren que la ven llorando, poco sociable, encerrada, sin ganas de trabajar o salir a convivir con amigos, entre otras conductas.
“… En el caso de ser hombre refieren que lo ven inquieto, sensible, distraído, serio, callado, aislado, que interactúa poco con la familia y eso es preocupante. Y si es mujer refieren que la ven llorando, poco sociable, encerrada, sin ganas de trabajar o salir a convivir con amigos, entre otras conductas …”
En cualquiera de estos casos, es importante considerar la búsqueda de ayuda profesional de un psicólogo o especialista en salud para un adolescente en diversas situaciones. Aquí hay algunas señales que podrían indicar la necesidad de buscar apoyo de un profesional:
- Cambios significativos en el estado de ánimo: Si notas cambios drásticos en el estado de ánimo de tu hijo(a) adolescente, como tristeza persistente, irritabilidad extrema, apatía o falta de interés en actividades que antes disfrutaba, podría ser una señal de que está experimentando dificultades emocionales.
- Problemas de conducta: Si hay un aumento repentino en la agresión, el aislamiento social, el comportamiento desafiante, el uso o abuso de sustancias, el vandalismo u otras conductas problemáticas, podría ser un indicio de que tu adolescente está lidiando con problemas subyacentes que requieren atención profesional.
- Bajo rendimiento académico: Si notas una disminución notable en el rendimiento escolar de tu adolescente, dificultades para concentrarse, falta de motivación o problemas de conducta en el entorno escolar, podría ser necesario buscar ayuda para evaluar y atender las posibles causas.
- Problemas de relaciones interpersonales: Si tu adolescente tiene dificultades para establecer y mantener relaciones saludables con sus compañeros, presenta dificultades para comunicarse o muestra signos de aislamiento social, un psicólogo puede ayudar a identificar y abordar los problemas subyacentes. Si el adolescente tiene dificultades para establecer y mantener relaciones saludables con sus compañeros, amigos o familiares, o si experimenta dificultades en la comunicación, habilidades sociales o habilidades de resolución de conflictos, un psicólogo puede ayudar a trabajar en estas áreas.
- Traumas o pérdida o eventos estresantes: Si tu adolescente ha experimentado traumas, pérdidas o eventos estresantes, como la pérdida de un ser querido, un divorcio, abuso, acoso escolar, violencia, un accidente grave u otros eventos significativos, un psicólogo puede ser fundamental para brindar el apoyo necesario durante el proceso de recuperación. Es fundamental buscar la ayuda de un profesional para ayudar a procesar y sanar las emociones asociadas con la experiencia.
Estas son solo algunas señales que podrían indicar la necesidad de buscar ayuda profesional de un psicólogo para un adolescente. Si estás preocupada(o) por el bienestar emocional o el comportamiento de un adolescente, es recomendable consultar a un profesional de la salud mental para obtener una evaluación adecuada y el apoyo necesario.
“… Si estás preocupada(o) por el bienestar emocional o el comportamiento de un adolescente, es recomendable consultar a un profesional de la salud mental para obtener una evaluación adecuada y el apoyo necesario …”
Mi hijo o hija parece que tiene ansiedad, ¿Cómo saberlo?
Identificar si tu hijo o hija está experimentando ansiedad puede ser un desafío, ya que los síntomas pueden variar de una persona a otra. Sin embargo, aquí hay algunas señales que podrían indicar la presencia de ansiedad en un adolescente:
- Cambios en el comportamiento: Observa si tu hijo muestra cambios significativos en su comportamiento, como evitar situaciones que antes no le causaban problemas, volverse más retraído, mostrar irritabilidad o tener dificultades para concentrarse.
- Preocupación excesiva: Si tu hijo tiende a preocuparse excesivamente por cosas cotidianas, tiene dificultades para controlar o detener las preocupaciones, o experimenta pensamientos negativos recurrentes, podría ser un signo de ansiedad.
- Síntomas físicos: La ansiedad también puede manifestarse a través de síntomas físicos, como dolores de cabeza frecuentes como migraña, molestias estomacales, tensión muscular, fatiga o dificultades para dormir.
- Cambios en el estado de ánimo: Los adolescentes con ansiedad pueden mostrar cambios en su estado de ánimo, como irritabilidad, tristeza persistente, cambios de humor repentinos o una sensación de nerviosismo constante.
- Evitación de actividades: Si tu hijo evita constantemente ciertas situaciones, como participar en actividades sociales, asistir a la escuela o enfrentar desafíos nuevos, debido a un miedo o ansiedad intensa, es posible que esté lidiando con la ansiedad.
Recuerda que la presencia de estos signos no significa necesariamente que tu hijo tenga ansiedad, pero pueden ser señales de alerta. Si sospechas que tu hijo está experimentando ansiedad, es recomendable buscar la opinión de un profesional de la salud mental, como un psicólogo, un médico especialista o psiquiatra especializado en el tratamiento de adolescentes, para una evaluación adecuada y un plan de tratamiento adecuado. El profesional podrá proporcionar un diagnóstico preciso y recomendar las mejores opciones de tratamiento para ayudar a tu hijo a manejar la ansiedad de manera efectiva.
“… El profesional podrá proporcionar un diagnóstico preciso y recomendar las mejores opciones de tratamiento para ayudar a tu hijo a manejar la ansiedad de manera efectiva …”
M.C. Carlos Bernardo Prado Rivera
Tutor Escolar y Orientador Educativo
CECyTE Sonora Plantel Hermosillo II
cprado25@hotmail.com