El 8 de marzo es una fecha conmemorativa que se remonta al siglo XIX, cuando en 1857 en plena revolución industrial, miles de mujeres con el lema “Pan y Rosas” salieron a las calles de New York para protestar por la precaria situación laboral en la que se encontraban, así como exigir un recorte de sus jornadas y el cese a la explotación infantil.
En la antigüedad la Mujer era consideraba propiedad de un hombre y siempre estaba representada en su imagen como “la hija de”, “la novia de”, “la prometida de”, “la casada con”, “la viuda de”; es decir, siempre ligada inexorablemente a un varón y dependía de él en todos los aspectos de su vida.
Hoy en día, hemos logrado cambios significativos que nos han permitido realizar trabajos o actividades que antes eran asignadas únicamente para los hombres, por ejemplo: en la minería, arquitectura, ingeniería, medicina, construcción, en medios de transportes, acceso a Universidades (considerando en siglos pasados este derecho únicamente para varones); y en la parte empresarial cada vez más mujeres en puestos directivos y uno de los grandes logros es la participación de la Mujer en las decisiones políticas, donde cada vez más vemos a Mujeres gobernando a toda una sociedad.
“… En México fue durante las elecciones del 3 de Julio de 1955, cuando las mujeres tuvieron opinión a través del voto electoral …”
Si hablamos de política, el primer sufragio femenino, en lo que a derecho a votar se refiere se dio en Nueva Zelanda en el año de 1893. Aquí en América latina fue en el año de 1924 en Ecuador, siendo este el primer país que permitió el voto a las mujeres; y en México fue durante las elecciones del 3 de Julio de 1955, cuando las mujeres tuvieron opinión a través del voto electoral.
A pesar de muchas barreras impuestas por una sociedad mayormente dominada por varones, se puede decir que nuestras condiciones han mejorado notoriamente en todos los factores que sostienen a un país; tanto económicos, educativos, laborales, políticos, sociales y culturales; sin embargo continuamos de manera pacífica en el camino de la igualdad, la equidad, la no discriminación y respeto hacia quienes somos y a nuestros derechos.
“… Honro y conmemoro tu lucha, tu dolor, tus pérdidas, tu esfuerzo, tu fortaleza, tu esencia y tu voz para que nunca sea callada…”
En honor a esto y apoyando la fecha conmemorable al Día Internacional de la Mujer, ofrezco un pequeño, pero muy significativo homenaje a todas ustedes a través de este artículo, que lo escribo con mucho respeto, amor y gratitud a cada: Madre, esposa, hija, trabajadora, profesionista, estudiante, divorciada, viuda, emprendedora, ama de casa, jubilada; y un reconocimiento muy especial a esas mujeres esforzadas que como yo, hemos tomado solas las riendas de una familia, familia que la inconsciencia abandonó sin ética ni moral.
Estoy convencida que… “Las adversidades huyen cuando tienen de frente la fortaleza de una mujer”, y hoy nos encontramos en un camino que puede no ser fácil, pero jamás imposible para vivirlo en paz, en equidad de derechos y oportunidades, tal cual nos corresponde y merecemos.
“… Las adversidades huyen cuando tienen de frente la fortaleza de una mujer …”
Honro y conmemoro tu lucha, tu dolor, tus pérdidas, tu esfuerzo, tu fortaleza, tu esencia y tu voz para que nunca sea callada.
Sigamos avanzando Mujeres, no es tiempo de flaquear porque tenemos generaciones que nos preceden, que nos observan, que están aprendiendo de nuestros ejemplos y es urgente dejarles un camino más firme, más en paz, con una visión clara y un propósito por delante. Muchas gracias.
Esmeralda Cambuston
Coach. Empresaria. Madre… ¡Mujer!
Esmeralda Cambuston
Conferencista & Coach en Desarrollo Humano Empresarial
Director en Desarrollo Humano Escam, S. de R.L. de C.V.
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