Diana Spíndola Yáñez
La televisión y los videojuegos interactivos sin duda alguna pueden ser excelentes recursos para la educación y el entretenimiento de los hijos. Pero demasiado tiempo ante una pantalla puede tener efectos secundarios nocivos para la salud.
Por eso es conveniente controlar y limitar el tiempo que su hijo pasa jugando con videojuegos, mirando la televisión o utilizando la computadora.
La Academia Americana de Pediatría (American Academy of Pediatrics, AAP) recomienda que los niños menores de 2 años no estén ante una pantalla, que los niños entre 2 y 5 años estén entre media y una hora al día; de 7 a 12 años una hora con un adulto supervisando, de 12 a 14 años una hora y media y más de 16 años 2 horas por día. No debemos olvidar promover las actividades como leer, jugar con los amigos juegos de mesa y hacer deportes, que pueden desempeñar un papel esencial para ayudarles al desarrollo saludable de su cuerpo y su mente.
Aquí hay algunas ideas prácticas de cómo puede ser más productivo el tiempo que los niños pasan ante una pantalla.
Tiempo para la televisión
– Limitar el número de horas que se mira la televisión:
– Procure que en la habitación donde está el televisor haya muchos otros entretenimientos que no tengan que ver con pantallas (libros, revistas para niños, juguetes, juegos de mesa, etc.) para animar a los niños a hacer algo distinto de mirar la tele.
– Tener el televisor en un sitio distinto de la habitación de los niños.
– Apagar el televisor durante las comidas.
– No dejar que los niños miren la tele mientras hacen los deberes de la escuela.
– Considerar la televisión como un privilegio que los niños deben ganar, no como algo a lo que tienen derecho sin más. Decirles que sólo pueden mirar la tele después de haber hecho sus tareas y los deberes de la escuela.
– Sea un buen ejemplo. Limite también el tiempo que usted dedica a ver la tele.
– Revise la programación de televisión y las reseñas de los programas. Busque programas que pueda mirar toda la familia.
– Mire la tele con sus hijos. Si no puede estar sentado todo el programa, al menos mire los primeros minutos para valorar si el tono y el contenido son adecuados. Luego, mientras dure el programa, compruebe de vez en cuando cómo va.
Hable con los niños sobre lo que ven en la tele y hágales saber sus propias creencias y valores. Si aparece algo que usted no aprueba en la pantalla, apague el televisor y aproveche la oportunidad para hacer a sus hijos preguntas que les alienten a pensar, como: «¿Te parece que estuvo bien que esos dos hombres se peleasen? ¿Qué otra cosa podían haber hecho?» o «¿Qué te parece la manera en que se estaban comportando esos adolescentes en la fiesta? ¿Crees que lo que estaban haciendo es incorrecto?». Si se discrimina o maltrata a ciertas personas o personajes, hable de lo importante que es tratar a todo el mundo por igual a pesar de las diferencias. Puede utilizar la televisión para explicar situaciones confusas y para expresar tus sentimientos sobre temas difíciles (sexo, amor, drogas, tabaco, comportamiento, vida familiar). Enseñe a sus hijos a hacerse preguntas y aprender a partir de lo que ven en la tele.
– Proponga opciones distintas a mirar la tele que sean divertidas.
Videojuegos
– Mire las clasificaciones de los contenidos.
– Ver antes los juegos. Aunque los juegos estén clasificados por edades, es importante verlos —o incluso jugar con ellos— antes de dejar que los niños jueguen con ellos.
– Ayude a los niños a tomarse los juegos con perspectiva. Observe de qué manera los juegos afectan a sus hijos. Si le parece que están más agresivos después de pasar un rato jugando a cierto juego, hable con ellos sobre el juego y ayúdales a comprender que la violencia que refleja es distinta de lo que ocurre en la vida real. Esto puede ayudarles a identificarse menos con los personajes agresivos y a reducir los efectos negativos que puedan tener los videojuegos.