La negativa autoestima en los adolescentes puede tener efectos nocivos en su salud mental, su rendimiento académico, sus relaciones sociales y su calidad de vida. Algunos de los efectos más comunes son:
- Sentimiento de inseguridad. Los adolescentes con negativa autoestima se sienten incapaces de hacer las cosas bien, de afrontar los retos o de tomar decisiones. Se autocritican constantemente y se comparan desfavorablemente con los demás.
- Miedo. Los adolescentes con negativa autoestima temen el fracaso, el rechazo, la crítica o el ridículo. Evitan situaciones que les generan ansiedad o estrés, como hablar en público, conocer gente nueva o probar cosas nuevas.
- Visión negativa de la realidad. Los adolescentes con negativa autoestima se centran en los aspectos negativos de sí mismos, de los demás y de las circunstancias. Magnifican sus errores y minimizan sus logros. Se sienten insatisfechos, frustrados y pesimistas.
- Dificultades de relación. Los adolescentes con negativa autoestima tienen problemas para comunicarse, expresar sus emociones y necesidades, poner límites y resolver conflictos. Pueden aislarse socialmente, depender excesivamente de los demás o dejarse influir negativamente por su grupo de referencia.
- Desmotivación. Los adolescentes con negativa autoestima pierden el interés por aprender, por participar en actividades o por tener proyectos de futuro. Se conforman con lo mínimo o abandonan sus estudios. No se plantean metas ni aspiraciones personales.
- Dependencia. Los adolescentes con negativa autoestima buscan la aprobación y el reconocimiento externo para sentirse bien consigo mismos. Se dejan llevar por la opinión o las expectativas de los demás, sin tener en cuenta sus propios deseos o valores.
- Autocrítica injusta. Los adolescentes con negativa autoestima se juzgan duramente a sí mismos, sin tener en cuenta el contexto o las circunstancias. Se culpabilizan por todo lo que sale mal y se castigan con pensamientos negativos o conductas autodestructivas.
Estos efectos pueden generar un círculo vicioso que refuerza la negativa autoestima y dificulta su superación. Por eso, es importante detectarlos a tiempo y buscar ayuda profesional si es necesario.
“… Estos efectos pueden generar un círculo vicioso que refuerza la negativa autoestima y dificulta su superación. Por eso, es importante detectarlos a tiempo y buscar ayuda profesional si es necesario …”
¿Cómo puedo saber si mi hijo adolescente tiene negativa autoestima?
Para saber si su hijo adolescente tiene baja autoestima, puede estar atento a algunos signos de alarma que pueden indicar que se siente inseguro, insatisfecho o infeliz consigo mismo. Algunos de estos signos son:
- Evitar una tarea o un desafío sin siquiera intentarlo. Esto a menudo indica un miedo al fracaso o una sensación de impotencia.
- Renunciar poco después de comenzar un juego o una tarea, dándose por vencido a la primera señal de frustración. Esto puede reflejar una falta de perseverancia o de confianza en sus capacidades.
- Hacer trampa o mentir cuando creen que van a perder un juego o lo van a hacer mal. Esto puede mostrar una baja tolerancia a la frustración o una necesidad de aprobación externa.
- Mostrar signos de regresión, actuar como un bebé o de forma muy ridícula. Estos tipos de comportamiento pueden dar lugar a las burlas y los insultos de otros niños, lo que empeora el problema.
- Volverse controlador, mandón o inflexible como forma de ocultar sentimientos de insuficiencia, frustración o impotencia. Esto puede dificultar sus relaciones con los demás y generar conflictos.
- Inventar excusas («el maestro es tonto») o minimizar la importancia de los eventos («de todos modos, ese juego no me gusta mucho»). Pueden usar este tipo de racionalización para culpar a otros o a fuerzas externas.
- Tener disminución de las notas o menos interés en las actividades habituales. Esto puede ser un signo de desmotivación, aburrimiento o falta de autoexigencia.
- Retraerse socialmente, perdiendo o teniendo menos contacto con amigos. Esto puede deberse a un miedo al rechazo, a la crítica o al ridículo.
- Experimentar cambios de humor, tristeza, llanto, arrebatos de ira, frustración o tranquilidad. Esto puede indicar que tiene dificultades para identificar, aceptar y gestionar sus emociones.
- Hacer comentarios autocríticos tales como «Nunca hago nada bien», «No le gusto a nadie», «Soy feo», «Es mi culpa» o «Todos son más inteligentes que yo». Esto revela una visión negativa y distorsionada de sí mismo.
- Tener dificultad para aceptar elogios o críticas. Pueden rechazarlos, ignorarlos o tomarlos como una ofensa. Esto muestra una falta de autoconocimiento y autovaloración.
- Preocuparse demasiado o ser sensible, con respecto a las opiniones de otras personas sobre ellos. Parece estar fuertemente afectado por la influencia negativa de los compañeros. Pueden desarrollar actitudes y comportamientos como el desdén por la escuela, faltar a clases, faltar al respeto, robar o probar tabaco, alcohol u otras sustancias.
Estos son algunos signos que pueden alertarle sobre una posible baja autoestima en su hijo adolescente, pero no son los únicos ni tienen que darse todos juntos. Lo importante es observar el comportamiento habitual de su hijo y detectar cualquier cambio significativo que pueda indicar un malestar emocional. Si tiene dudas o sospechas que su hijo tiene baja autoestima, puede hablar con él y ofrecerle su ayuda. También puede consultar con un profesional de la psicología que pueda evaluar su situación y orientarle sobre cómo actuar.
¿Qué puedo hacer si mi hijo adolescente tiene problemas de autoestima graves?
Si su hijo adolescente tiene problemas de autoestima graves, lo primero que debe hacer es mostrarle su apoyo y comprensión. No le juzgue ni le presione, sino que escuche sus preocupaciones y sentimientos. Exprésele su afecto y su confianza. Hágale saber que le quiere y que le acepta tal y como es.
Además, puede seguir algunas de las estrategias que le he mencionado antes para ayudarle a mejorar su autoestima, como elogiar sus logros y esfuerzos, involucrarle en las decisiones familiares, fomentar sus habilidades e intereses, establecer una comunicación fluida y empática y ser un modelo positivo de autoestima.
“… Lo primero que debe hacer es mostrarle su apoyo y comprensión …”
Sin embargo, si los problemas de autoestima de su hijo son muy severos y le causan un gran malestar o interfieren con su funcionamiento normal, puede ser conveniente buscar ayuda profesional. Un psicólogo o psicóloga podrá evaluar la situación de su hijo y ofrecerles una intervención psicológica adecuada a sus necesidades. La psicoterapia puede ayudar a su hijo a identificar y modificar los pensamientos negativos sobre sí mismo, a desarrollar habilidades socioemocionales, a resolver los conflictos que le afectan y a potenciar su bienestar y su calidad de vida.
M.C. Carlos Bernardo Prado Rivera
Tutor Escolar y Orientador Educativo
CECyTE Sonora Plantel Hermosillo II
cprado25@hotmail.com