lunes, abril 21, 2025
No menu items!
Google search engine
InicioVidaMi Héroe

Mi Héroe

Por: Samuel D. Cota

¿Qué es un héroe? «Una persona con súper poderes» dicen algunos. «Alguien que puede volar», otros. «Un hombre capaz de derrumbar murallas con una mirada.». Puede que haya muchísimas respuestas a esta pregunta. Un niño puede imaginarse a Iron Man cuando le preguntan esto. Otros al Capitán América, Superman, Spiderman; no lo sé. Existen muchas posibilidades.

En este día me encantaría que me acompañaras, con tu imaginación, a un lugar que has visitado anteriormente y que quizá no has ido el día de hoy. ¿Vamos? Prometo que te gustará. Todo está bien. ¿Me acompañas?

“… Un niño puede imaginarse a Iron Man cuando le preguntan esto. Otros al Capitán América, Superman, Spiderman; no lo sé. Existen muchas posibilidades …”

Vamos al centro de tu alma. No a la superficie, exactamente al núcleo. Donde tus sentimientos están. Al mismo lugar donde juraste que no volverías a visitar. A ese preciso sitio en que las sensaciones de felicidad y tristeza están. Donde guardaste, en alguna ocasión, el amor más puro que pudiste sentir por alguien. A la parte de tu corazón que se destruyó por completo debido a un golpe de traición que provino de la persona en quien confiaste con cada membrana de tu ser. «¿Cómo me puede gustar recordar la tristeza?» Tú me cuestionas. Quizá no te agrada por el momento pero cuando termines de leer esto espero que funcione lo que quiero lograr con estas letras.

Primero acompaña a este que escribe al manantial de tu felicidad. ¿Quién está ahí? ¿Papá? ¿Mamá? ¿Hermanos? ¿Amigos? ¿Hijos? ¿Pareja? ¿Música? ¿Viajar? ¿Leer? ¿Carro? ¿Casa?

Quizá están ahí el ser que tendió su mano hacia abajo para ayudar a levantarte del pantano de soledad o depresión. Esas personas quiero que recuerdes por un momento. Trae a tu imaginación las fotografías de los momentos en que sonreíste por causa de esas personas. Las imágenes que brindan alivio a tu alma como un balde de agua fría en el desierto. ¿Ya lo hiciste? Imagino que has sonreído a causa de ellos. Qué bueno. Ya lograste la primera parte.

Ahora quiero que tomes mi mano; vamos a un lugar que está espinoso, lleno de telarañas, empolvado, con cenizas y una que otra cucaracha muerta yace en el suelo. Oscuro y sin esperanza. Sin calor y con el ambiente de cementerio. ¿Vamos? No te preocupes, yo te acompañaré. Ya llegamos. «No quiero.» me dices. «Ven.» te digo yo con una sonrisa. «Todo estará bien.» ¿Qué te parece si entramos?

¿Qué fotografías están clavadas en los muros con quebraduras? Esas personas que sientes que te dejaron caer cuando necesitabas un hombro para llorar. Gente que se burló de ti cuando debió animarte. Hombres y mujeres que te señalaron con el dedo cuando pudieron haber dado unas palmadas en tu espalda para aligerar un poco el peso sobre tus hombros. Individuos que laceraron y quemaron cualquier esperanza que aun tenía vida dentro de ti. Todo eso está ahí y aún más cosas. Se han acomodado en tu corazón tan perfectamente que prefieres dejarlas en ese lugar porque «está bien» dices. Sin embargo no lo está y tú lo sabes. ¿Cómo se llama ese cuarto? Hoy lleva por nombre «Amargura», mas en tiempos anteriores, en su puerta tenía tatuada la palabra «Amor». El amor que tenías o que creías tener ya no está. Se ha ido. Como grandes montañas fueron apareciendo las críticas, dedos acusadores, traiciones, palabras hirientes, burlas, golpes traicioneros y demás porquerías.

«¿Por qué me trajiste aquí?» Me cuestionas. «Porque quiero ayudarte a limpiar este cuarto» te digo. «¿Cómo? ¿Por qué?» sigues con las preguntas. «Con esta escoba llamada «perdón», el trapeador «bondad» y el manto húmedo «olvido». Ahora, contestando tu segunda pregunta. Quiero ayudarte porque yo he estado igual que quebrado que tú. También me han dolido las traiciones, calumnias y mentiras que se han levantado en mi contra. Mi corazón, al igual que el tuyo, ha sido víctima del dolor».

Ahora estamos parados uno al lado de otro. «Pues comienza» me dices. «No,» replico «tú empiezas y yo te sigo.». El responsable de iniciar eres tú no yo. «Tú me trajiste aquí, y tú debes comenzar.» hablas con un tono de burla. Yo te miro a los ojos, pongo mi mano sobre tu hombro y respondo: «Sí, pero es tu corazón no el mío.». Yo únicamente puedo ayudarte no comenzar la limpieza.

“… Un héroe es una persona libre por lo tanto no guarda rencor contra nadie. Un héroe es alguien limpio, es decir no lleva telarañas de pesimismo dentro de él/ella. Un héroe es alguien que desfoga amor por lo tanto mantiene su alma aseada …”

El final de esta historia la dejaré a tu criterio e imaginación. Pero, ¿qué tiene que ver esta reflexión con ser héroe? Te contestaré. Un héroe es una persona libre por lo tanto no guarda rencor contra nadie. Un héroe es alguien limpio, es decir no lleva telarañas de pesimismo dentro de él/ella. Un héroe es alguien que desfoga amor por lo tanto mantiene su alma aseada.

«Algunas veces tienes que ser tu propio héroe.»

“… Dios nos ha dado tanta fuerza para hacer tantas cosas, pero no todo el tiempo la sentimos pero ahí está. Tú puedes convertirte en tu propio héroe, sólo necesitabas un empujoncito …”

Yo puedo ayudarte, pero quien va al frente de esto de ser héroe en tu vida eres tú. Dios nos ha dado tanta fuerza para hacer tantas cosas, pero no todo el tiempo la sentimos pero ahí está. Tú puedes convertirte en tu propio héroe, sólo necesitabas un empujoncito.

Que Dios te bendiga siempre.




Samuel D. Cota
Licenciado en Enseñanza del Inglés
lic.samuelcota@gmail.com

RELATED ARTICLES
- Advertisment -
Google search engine

Most Popular

Comentarios recientes