“No dejes para mañana lo que puedes hacer hoy”, dice un dicho muy bien dicho. Vivimos muchas veces en un futuro incierto plagado de expectativas ilusorias que nos mantiene en estado de fantasías. Los tiempos futuros no existen más que en nuestra imaginación. Sólo podemos vivir en cada momento del presente, del aquí y ahora. Si traemos del pasado al presente lo actualizamos para mejorarlo o empeorarlo, dependiendo de nuestro estado de ánimo y conveniencia emocional, pero si no nos damos cuenta de que se repiten los errores de antes, entonces no escapamos de un futuro incierto y penoso. Los malestares suelen repetirse. Es la Ley de la vida, no hay escapatoria a no ser que estemos mejor concentrados en el presente para vivir el aquí y ahora sin que intervengan los de allá y entonces, los ingratos; por ejemplo, si estamos enojados porque alguien nos perjudicó y seguimos enfadados, si no hay solución emocional seguiremos igual o peor que antes de enojados en el futuro. El círculo vicioso se repite, en cada presente.
“… El resultado es un acto natural que no requiere esfuerzo, sale del corazón con sentimientos propios de la empatía, sale sin esfuerzo como la caída del árbol en otoño para fertilizar la tierra y al caer le da lugar a que crezcan otras hojas …”
Para evitar estas crudas realidades, sobre todo entre los familiares y amigos, hemos de ser conscientes de los perjuicios que cometemos y no es en forma pasiva sino activa afectando al otro. Al aceptar nuestros errores fortalecemos nuestra personalidad de bondades. El resultado es un acto natural que no requiere esfuerzo, sale del corazón con sentimientos propios de la empatía, sale sin esfuerzo como la caída del árbol en otoño para fertilizar la tierra y al caer le da lugar a que crezcan otras hojas. Este proceso es calmado en cada presente, en un significado natural y espontáneo. Si cambiamos naturalmente tenemos el poder de transformar el mundo que nos rodea con amabilidad también cambiaremos nosotros para mejorar el nuestro.
“… Si nos encontramos en dificultades y sentimos miedo no hay que darnos por vencidos. Ten en cuenta que un “tropezón no es caída” levántate y anda con la frente en alto …”
Nuestra mente es creativa porque se basa en hacer cosas nuevas de las ya existentes. Los pintores, escultores, músicos se inspiraron en algo conocido para cambiar su realidad y así poder realizar su propia obra. El mundo es cambiante para bien o para mal, pero siempre nos muestra una salida para que tengamos progresos, adquiriendo mayores habilidades positivas como la asertividad y la resiliencia para superarnos. Existen situaciones difíciles de superar en la vida que nos parece acabar con todo nos venimos abajo, hasta sentimos que todo se nos acaba y la depresión nos invade. No se den por vencidos. Hay que enfrentar los obstáculos como lo hicieron los grades de la historia, en nuestra tierra y en otras. Como lo hizo la madre Teresa de Calcuta, Martin Luder King, y otros tantos héroes en la vida muchas veces con dificultades y sufrimientos fueron superando las múltiples dificultades sin necesidad de recurrir a un Ejército armado.
Si nos encontramos en dificultades y sentimos miedo no hay que darnos por vencidos. Ten en cuenta que un “tropezón no es caída” levántate y anda con la frente en alto. Los momentos críticos lo consideramos como una situación de riesgo que nos abre la oportunidad para el cambio y el crecimiento personal.
“La habilidad de estar en el momento presente es un componente principal de la salud mental” Abraham Maslow
Dr. Carlos A. Barreto Rivero
Psicólogo Clínico y Psicoterapeuta
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Tels. 662 154 0484 – 662 214 9554