En la estructura familiar, el padre ha desempeñado históricamente un papel fundamental. Sin embargo, este rol ha evolucionado con el paso del tiempo, dejando atrás los estereotipos tradicionales del “proveedor distante” para dar paso a un modelo más cercano, afectivo y comprometido con el desarrollo integral de los hijos. El padre de familia de hoy no solo participa en la manutención económica, sino también en la educación emocional, la formación de valores y el acompañamiento diario de sus hijos.
“… Dejando atrás los estereotipos tradicionales del “proveedor distante” para dar paso a un modelo más cercano, afectivo y comprometido con el desarrollo integral de los hijos …”
Tradicionalmente, se concebía al padre como la figura de autoridad, responsable exclusivo del sustento del hogar. Su presencia era más simbólica que activa, y en muchos casos, su participación en la crianza era limitada. Esta visión, influenciada por patrones culturales y sociales arraigados, reducía el rol paterno a lo material, mientras que la madre se encargaba del cuidado emocional y doméstico. No obstante, las transformaciones sociales, los avances en igualdad de género y los estudios en psicología infantil han demostrado que la presencia activa del padre es esencial para el desarrollo saludable de los hijos.
El padre contemporáneo es consciente de su influencia en la vida emocional de sus hijos. Sabe que su afecto, su ejemplo y su tiempo son insustituibles. Al involucrarse en actividades cotidianas como ayudar con las tareas escolares, asistir a eventos importantes o simplemente pasar tiempo de calidad, el padre construye vínculos sólidos que fortalecen la autoestima y seguridad emocional de sus hijos. De igual manera, su participación activa en el hogar fomenta una cultura de respeto, equidad y corresponsabilidad.
“… Involucrarse en actividades cotidianas como ayudar con las tareas escolares, asistir a eventos importantes o simplemente pasar tiempo de calidad …”
Además, el padre tiene la responsabilidad de ser un modelo a seguir. Su conducta, sus decisiones y la forma en que trata a los demás, en especial a la madre de sus hijos, envían mensajes poderosos que los niños absorben y replican. Por ello, es fundamental que actúe con coherencia, respeto y empatía. Un padre presente y equilibrado puede guiar a sus hijos a través de los desafíos de la vida, enseñándoles a ser responsables, resilientes y conscientes de sus emociones.
“…Su conducta, sus decisiones y la forma en que trata a los demás, en especial a la madre de sus hijos, envían mensajes poderosos que los niños absorben y replican …”
En conclusión, el rol del padre de familia va mucho más allá de proveer bienes materiales. Se trata de estar presente, de construir un entorno seguro, amoroso y respetuoso en el que los hijos puedan crecer y desarrollarse plenamente. Ser padre implica educar con el ejemplo, escuchar con atención, corregir con firmeza y amar sin condiciones. La paternidad, asumida con responsabilidad y compromiso, tiene el poder de transformar vidas y fortalecer a la sociedad desde su núcleo más importante: la familia.
Johanna Guadalupe Castañeda Ruelas
Alumna del 4to. semestre del Plantel CECyTE Hermosillo II



