Nos preocupamos mucho porque nuestros hijos sean amados, respetados, aceptados. Nos preocupan las malas influencias y que su corazón sea lastimado, tratamos de protegerlos de cualquier dolor o rechazo.
¿Alguna vez te has preguntado si esto pudiera ser un arma de dos filos? Piensa junto conmigo, ¿Qué debo hacer para que mis hijos sean fuertes, resilientes, no sean lastimados y sepan protegerse?
Una opción es endurecerles el corazón, que aprendan que no pueden confiar en las personas, que busquen protegerse de ser vulnerables y que aprendan a que nada les afecte. La otra opción es fortalecerles el carácter aprendiendo a amar de verdad y a ser amados.
“… Porque los niños que aman saben lo que valen y lo que merecen, por lo que darán lo que desean para ellos. Una persona que no teme amar, no teme a perderse al darse, tiene el autoestima fuerte y firme …”
Vivimos en una paradoja, las personas tenemos tanto miedo de sufrir que preferimos proteger nuestro corazón de la vulnerabilidad, al mismo tiempo que deseamos ser vistos y amados precisamente por quienes somos.
Educar a los hijos a amar es la armadura perfecta para su corazón. Educarlos para que amen sin condiciones y sin juicios:
- Los salva de pensar que son víctimas, porque ven su realidad y la del otro. Los niños que de verdad saben amar son empáticos y entienden que los demás llevan una historia y que son dueños de sus decisiones.
- Porque los niños que aman saben lo que valen y lo que merecen, por lo que darán lo que desean para ellos. Una persona que no teme amar, no teme a perderse al darse, tiene el autoestima fuerte y firme, de manera que aunque le lastimaran, su dolor o se convierte en un sufrimiento, sino en uno de los retos de su vida que más le construyan.
- Porque los niños que aman, son tan fuertes que no tienen miedo a la vulnerabilidad, por lo que son capaces de superar los obstáculos y romper las barreras por los demás, son capaces de transformar el mundo.
“… Educa su autoestima. Empieza por tratarlos por lo que valen y no por lo que hacen. Háblales de su dignidad y del hecho de que valen por sólo el hecho de existir …”
¿Cómo enseñarles?
- Educa su autoestima. Empieza por tratarlos por lo que valen y no por lo que hacen. Háblales de su dignidad y del hecho de que valen por sólo el hecho de existir.
- Háblale del valor de las personas y de los demás. Evita comparar a las personas y motiva a que valoren las diferencias en lugar de querer hacer a los demás iguales.
- Vulnerabilizate, se ejemplo y muéstrales que sentir y amar al otro es de valientes. Ejerce tu cariño y rompe tus cadenas del amor.
- Ayúdale a ver las circunstancias desde varias perspectivas. Ayúdale a empatizar con la historia de los demás y sin justificar las malas acciones, que descubran las causas de esas malas acciones que hacen daño y luego que vivan el poder que tienen para decir qué hacen con lo que sienten cuando alguien les hace daño.
- Háblales del perdón y de la grandeza de quien perdona.
- Festeja sus actos de bondad, reconócelos, nómbralos y agradece cuando sean para ti.
Ana Tamara Robles P
Familióloga / Will Coach.
Instagram: tamararoblesp
tamararobles@willtek.com.mx