Uno de los temas que más nos preocupan, es conocer si somos felices. Hacernos esta pregunta tiene que ver con que desconocemos el significado de la verdadera felicidad y del asociado bienestar. La mente como podemos imaginar; juega un papel importante sobre la decisión acerca de si somos felices o no en este momento. Entonces: ¿qué tanto parte de la mente y qué tanto de la realidad?, ¿los bienes materiales y el dinero es lo que hace falta? ¿qué necesitamos para ser felices?
Cada vez más personas cuentan con algún conocimiento acerca de cómo alcanzar bienestar y cómo este se relaciona con calidad de vida. Ambos conceptos integran un alto componente mental, pues el bienestar es la opinión que tiene una persona sobre su posición en la vida con respecto a sus metas, expectativas, estándares y preocupaciones, según la Organización Mundial de la salud. Esto significa que, dependiendo del contexto y sistema de creencias en el que vivimos, generamos una comparación en nuestro autoconcepto, pensamientos y actividades. Entonces experimentamos bienestar a partir de lo que podemos comprender de nosotros mismos.
La apreciación que hemos generado de nuestra existencia influye en la toma de decisiones de vida y cuando una persona tiene una apreciación positiva de su vida sucede que su toma de decisiones es funcional, resultando en un desempeño positivo en sus contextos inmediatos. Por otra parte, estudios de Heald y Treviño (2021) apuntan a que la salud en las personas es más preponderante que el dinero para efectos de la felicidad, pues se ha encontrado también que las personas con enfermedades serias o discapacidades permanentes puede generar efectos negativos en el bienestar de las personas y su felicidad; por lo tanto, existen personas felices o con bienestar en países muy ricos como en los muy pobres.
El bienestar influye en la calidad de vida de las personas a pesar de la variedad de circunstancias. Nuestra calidad de vida aumenta cuando sentimos bienestar y apreciamos nuestros logros por pequeños que sean, la percepción de nuestros logros depende de la sociedad en la que interactuamos.
Algunas recomendaciones para generar bienestar son:
- Manejo del estrés y de las emociones.
- Actividad física en entornos urbanos y naturales.
- Conexión con la naturaleza.
- Alimentación balanceada e hidratación en climas extremos.
- Prevención y autocuidado para la salud.
- Contar con redes de apoyo.
“… Felicidad y bienestar no son lo mismo, siendo la felicidad un estado emocional y de pensamiento que se deriva del bienestar …”
Por otra parte, la felicidad vendría siendo un estado de ánimo de satisfacción, esto ocurre una vez que se conoce y experimenta el bienestar. La felicidad personal también se ve influida por los diversos contextos en los que las personas se desenvuelven y donde se pueden efectuar las relaciones personales, sociales, académicas, laborales y profesionales.
Como conclusión, podemos entender que felicidad y bienestar no son lo mismo, siendo la felicidad un estado emocional y de pensamiento que se deriva del bienestar. Aun así, es importante cuidar nuestra salud física y mental y realizar pequeñas acciones positivas cada día.
Referencias:
Heald, J., y Treviño, E., (2021) “¿El bienestar subjetivo contribuye a nuestra comprehensión del bienestar mexicano?” en Acta universitaria Multidisciplinary Scientific Journal, [en línea]. México, disponible en: 2007-9621-au-31-e3143.pdf (scielo.org.mx) [Accesado el 20 de julio de 2023]
Guadalupe Refugio Flores Verduzco
Lic. en Psicología, Maestría en Educación Especial, Doctorado en Psicología.
Coord.a de Programa de la Licenciatura en Psicología – Campus Caborca.
Guadalupe.flores@unison.mx
Profesora en Investigador de Tiempo Completo en la Universidad de Sonora.
Graciela Orozco Sosa
Lic. en Docencia del Inglés, Maestría en Educación, Doctorado en Educación.
Coord.a de Programa de la Licenciatura en Educación – Campus Caborca.
Graciela.orozco@unison.mx
Profesora en Investigador de Tiempo Completo en la Universidad de Sonora.